¿Cuánta atención le dedicas a tus pies? Aunque estos son una parte muy importante de nuestro cuerpo, ya que soportan nuestro peso por largo tiempo diariamente. No obstante, acudir a la consulta con un podólogo no suele estar en la lista de prioridades de muchas personas. Continúa leyendo si quieres cambiar esto y empezar a dedicarle más atención a esta zona.
El podólogo es el especialista que se encarga del cuidado y diagnóstico de afecciones en nuestros pies. Sin embargo, este profesional de la salud es visitado comúnmente cuando ya existe un problema de salud que no podemos seguir ignorando. El cuidado de nuestros pies debería ser una de nuestras prioridades. Por ello, te diremos cuándo debes acudir a consulta para evitar futuras complicaciones.
La salud de los pies, una prioridad
Cuando no cuidamos la salud de nuestros pies, podemos sufrir de varias afecciones. Algunos de los problemas más comunes están relacionados con callosidades, hongos, mal olor, piel reseca, juanetes. También pueden presentarse deformidades congénitas, dedos martillo, pie plano, entre otros. Aunque la mayoría de las enfermedades no suelen ser mortales, sí pueden deteriorar nuestra salud paulatinamente.
Según un estudio, alrededor del 80% de la población presenta alguna enfermedad en los pies. No es de extrañar, teniendo en cuenta que esta zona lidia con todo el peso de nuestro cuerpo, y puede verse muy maltratada en algunas ocasiones debido a la exigencia física de algunas tareas. Es por ello que es importante acudir a un especialista que nos indique cómo debemos cuidarlos correctamente.
Enfermedades más comunes
Los pies están conformados por una gran cantidad de terminaciones nerviosas, músculos, ligamentos, tendones, y huesos. Debido a que actúan como soporte de nuestro cuerpo, desatenderlos puede causarnos grandes complicaciones. Diversos factores pueden ocasionar que nuestros pies se enfermen. La señal inequívoca de que debes ir a revisión es el dolor. Algunas de las afecciones más comunes son:
Virus de papiloma humano
Puede generar llagas en forma de bultos granulosos, con puntos negros. Estos pueden expandirse y ocasionar mucho dolor a la persona. Lo que le evitará poder desplazarse con naturalidad o realizar otras actividades que requieran apoyarse en los pies. El VPH en esta zona se transmite de manera muy parecida a la de los hongos. Por lo que es importante tener hábitos que nos ayuden a prevenir este contagio.
Pie plano
Ocurre cuando toda la planta del pie tiene contacto con el suelo al estar parados. Esto se debe a la poca curvatura del arco plantar. También puede surgir en personas que no tienen una pisada adecuada. Además de la incomodidad que puede ocasionar al caminar, el pie plano genera dolencias en los músculos y sobrecargas musculares. En especial si la persona realiza algún tipo de actividad física relacionada al ejercicio.
Juanetes, dedos en garra o martillo
Los dedos en garra martillo se refieren a deformaciones provocadas por la utilización prolongada de cierto tipo de calzado. Ocurre cuando nuestros zapatos nos aprietan, o no son los más adecuados para la salud de nuestros pie, como es el caso de los tacones. En cambio, los juanetes se refieren a una deformación en el dedo gordo del pie, también relacionada al calzado o a factores genéticos hereditarios.
Neuroma de Morton
Se trata de un problema en el que el pie se ve afectado por una dolencia recurrente. Este dolor se produce debido al uso excesivo de zapatos con tacones muy altos, o a la práctica de deportes como el esquí o la escalada. Debido a su naturaleza, ésta afección sucede 10 veces más en mujeres que en hombres. De igual forma, es importante acudir al médico y detectarla a tiempo.
Uña encarnada
Esta dolencia ocurre principalmente debido al descuido de nuestros pies. Sucede cuando la uña crece de forma indebida, clavándose directamente en la piel del dedo. Generalmente, se origina al cortar de forma errónea nuestra uña. Trae consigo consecuencias como el dolor, hinchazón, incomodidad al caminar e incluso puede originar Infecciones que necesiten un mayor cuidado.
¿Cuándo acudir al podólogo?
Aunque no existe una edad establecida, se recomienda visitar al podólogo a partir de los dos años de edad. Es decir, desde que una persona comienza a caminar, debería visitar este especialista para prevenir el desarrollo de alguna patología. De igual forma, existen algunos grupos que son más propensos a sufrir afecciones, como lo son los deportistas, los ancianos, los niños y los pacientes diabéticos.
La consulta con el podólogo no solamente se trata de algo estético. Es por ello que es importante acudir con especialistas que puedan orientarte, y darle la atención que tus pies merecen. Es recomendable que realices visitas periódicas a este especialista. Contacta con el personal de la Institución CIMED, quienes cuentan con podólogos dispuestos a brindarte la mejor atención y el tratamiento para cuidar tus pies.