La labioplastia se ha convertido en el modelo de cirugía íntima femenina más extendido, independientemente del rango de edad, con el objeto de poder eliminar molestias diarias a la hora de vestir determinada ropa o de mantener relaciones sexuales. Con este eficaz tratamiento se logrará también erradicar un problema que puede llegar a afectar psicológicamente a la mujer.
Según datos de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos (ASPS), el número de mujeres que buscan transformar el aspecto de su vagina ha ido en aumento durante los últimos ocho años. De hecho, la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISAPS) confirma que la labioplastia es la operación quirúrgica estética más extendida, aumentando en un 45% de media anualmente.
La labioplastia, también conocida como ninfoplastia, vulvoplastia o ninfectomía, es una intervención quirúrgica que tiene como objeto la reducción del tamaño y del grosor de los labios vaginales, especialmente los menores, devolviéndoles su aspecto original con unas proporciones normales.
Se trata de una cirugía menor, ya que es un proceso ambulatorio en el cual se aplica normalmente anestesia local, siendo la duración de la intervención de 30 a 60 minutos, sin necesidad de que la paciente quede ingresada. En Cimed contamos con un equipo cualificado de profesionales, así como con los mejores recursos técnicos, para que la operación de labioplastia goce de los mayores estándares de calidad y bienestar para la paciente.
Las causas
Los motivos que explican por qué una mujer se somete a una labioplastia ya hemos comentado que son físicos, pero también con alto contenido psicológico. Hay casos en los que, durante la adolescencia, los labios vaginales presentan un crecimiento anómalo. Los labios menores podrían llegar a crecer más que los mayores generándose el llamado efecto de hipertrofia de labios.
Quienes posean unos labios vaginales con hipertrofia sufrirán claras molestias al realizar deporte o mantener relaciones sexuales, un aspecto estético con el que podrían llegar a acomplejarse, así como molestias por el roce de la ropa (picores o irritaciones, entre otras).
De igual modo, la labioplastia puede ser un remedio después de que se hayan producido alteraciones en la zona de la vagina tras el parto, como resultado de una lesión, o bien simplemente por tal de rejuvenecer la zona genital y aportar un cambio estético en sus partes íntimas
La operación
La intervención de labioplastia se realiza en quirófano bajo anestesia local, y en el caso de Cimed, siguiendo un procedimiento riguroso y meticuloso con láser. En algunos casos incluso se podría aplicar una ligera sedación, optando siempre por la técnica que mejor se adaptase a cada caso. Lo primero sería realizar la incisión, posteriormente se efectuaría el modelado y finalmente se saturaría. Todo ello en un plazo de 30-60 minutos.
Es importante destacar que existen tres tipos de intervenciones de labioplastia:
- Reducción de labios mayores: Cuando son demasiado grandes o han perdido tonicidad y se encuentran caídos. En ese caso, el cirujano los adelgazará eliminando el exceso de grasa y redefiniéndolos para devolverles la turgencia natural.
- Aumento de los labios mayores: Logrando un equilibrio estético mediante lipofilling, utilizando grasa del propio paciente con liposucción para nutrir otras zonas, o bien rellenándolos con ácido hialurónico.
- Reducción de labios menores: Esta intervención se efectúa para limitar los labios menores que sobresalen debido a su tamaño, generando molestias físicas y estéticas.
La recuperación
El proceso de recuperación postoperatorio es una de las cosas que más preocupa a las mujeres que deciden someterse a una labioplastia. En este sentido, podemos decir que las primeras 24-48 horas serán las más molestas, teniendo que estar la paciente en reposo absoluto y con un vendaje que le comprimiría toda la zona operada hasta reducir la inflamación.
En un par de semanas la hinchazón derivada de la labioplastia debería ir disminuyendo progresivamente. De igual modo, y como tratamiento paliativo complementario, se recomienda la toma de antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios. Desde la primera semana podrá realizar vida normal, aunque el ejercicio no podrá practicarlo hasta la cuarta y las relaciones sexuales, según cada caso, a partir de las sexta u octava semana.
Los resultados
Cada vez son más las mujeres que apuestan por una operación de labioplastia para acabar con esas molestias físicas y con esa carga psicológica que supone ser diferente y sentirse mal al no poder realizar ciertas acciones cotidianas como ponerse un bañador o mantener relaciones sexuales.
Es cierto que el cambio de aspecto tras la labioplastia será cuestión de semanas, pero aún teniendo el hinchazón inicial se podrán empezar a percibir los cambios y a ver como los labios son más pequeños y en perfecta armonía con el resto de estructuras adyacentes.
De igual modo, y este es un aspecto que no se debe descuidar, la mujer ganará autoestima tras la operación de labioplastia. Meterse en quirófano es una decisión complicada, pero los beneficios que reportará también en su personalidad serán inmensos, y más si ve que los resultados con Cimed son plenamente satisfactorios.
Si te decides por aplicarte una labioplastia, te recomendamos que antes de acceder a quirófano te pongas en manos de nuestro equipo de especialistas que analizarán con rigor cada situación y te darán los consejos más precisos para que conozcas de primera mano cómo es el proceso y qué evolución tendrá. ¡En Cimed, te estamos esperando!