El paso del tiempo es inevitable, así como los cambios físicos que ocasiona. Y aunque muchos los aceptan con orgullo, muchos otros prefieren hacer un esfuerzo a inversión adicional por lucir una piel juvenil. Esto suena bastante fácil, pero en la práctica requiere mucha disciplina, paciencia y consultas con especialistas en estética facial. A propósito de ello, una de las opciones que más recomiendan son los hilos tensores.
Los hilos tensores constituyen una alternativa estética efectiva y segura para quienes prefieran prescindir la cirugía plástica. Su aplicación es totalmente ambulatoria y apenas requiere una pequeña dosis de anestesia local para mitigar el dolor. Pero, aun así, es necesario que el procedimiento lo realicen especialistas en el área, como Institución CIMED, que ofrece más detalles a continuación.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos tensores, también conocidas como hilos mágicos, forman parte de una técnica de medicina estética que apunta a reducir la flacidez y disimular las arrugas. Es una alternativa a un procedimiento más antiguo denominado lifting que buscaba elevar ciertas partes del rostro con el mismo objetivo. Pero estos se han vuelto muy populares por ser poco invasivos en comparación con otras intervenciones médicas.
Continuando la idea, los hilos tensores se implementan de forma ambulatoria con una pequeña dosis de anestesia local previa. El procedimiento no solo es poco invasivo, sino también muy rápido, al igual que la recuperación posterior; de hecho, es prácticamente inmediata. Por lo tanto, las personas pueden someterse a este con la expectativa real de exhibir los resultados en muy poco tiempo.
¿Cómo ayudan los hilos tensores a mejorar la apariencia física?
Los hilos tensores tienen una amplia variedad de aplicaciones en la medicina estética. Si bien son muy prácticos y populares para tratar las señales de edad en el rostro, también se pueden usar en otras partes del cuerpo. Ahora bien, la forma en que se empleen y otros aspectos técnicos como la cantidad de hilos a utilizar dependerá enteramente de la zona corporal a tratar.
A nivel del rostro, los hilos tensores se usan comúnmente para elevar las mejillas caídas; disimular las patas de gallo; disimular los surcos nasogenianos o las líneas de marioneta. Asimismo, para elevar las cejas, no solo por la edad, sino también por párpados encapotados. También sirven para estrechar el mentón, mejorar el perfil de la mandíbula y delinear las papadas prominentes.
Si bajamos un poco, los hilos tensores también sirven para mejorar el aspecto del cuello, en especial cuando la piel se ha estirado y cae. De igual forma si se usan para mejorar el aspecto de los brazos, las manos y los pies. Pueden usarse incluso para tratar la flacidez de las piernas y de los glúteos. En general, todos estos beneficios contribuyen en la mejora de la luminosidad y apariencia general de la piel.
Y es que los hilos tensores también estimulan la producción de colágeno, responsable de generar fibras resistentes y aportar flexibilidad; también la producción de elastina, que forma parte del tejido conjuntivo de la piel y se encarga de mantener la dermis hidratada. Esto, sumado al efecto de la sujeción de los tejidos, ofrece una mejora prácticamente inmediata a la circulación en la zona y estimula la regeneración celular.
Contraindicaciones de los hilos tensores
Si bien el procedimiento es ambulatorio y rápido, no todos son candidatos para recibirlo. De hecho, hay una serie de contraindicaciones que tomar en cuenta; entre ellas, la inmunodepresión. Las personas que tienen problemas inmunitarios, bien por afecciones subyacentes o por medicamentos, no deben someterse a un tratamiento de hilos tensores. Mucho menos aquellas que padecen infecciones.
También deben abstenerse aquellos que padecen afecciones relacionadas con problemas de coagulación de la sangre; al igual aquellos que estén tomando medicamentos antiinflamatorios y antitrombóticos como la aspirina, pues estos aumentan el riesgo de desarrollar hematomas. Tampoco se recomienda aplicar los hilos tensores en mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Los casos en los que la piel ya se ha vuelto demasiado flácida tampoco son candidatos para los hilos tensores. En su lugar, los expertos recomiendan proceder con una cirugía de lifting enfocada en corregir el problema en cuestión. Todas estas son razones que destacan la importancia de acudir a profesionales especialistas que puedan proponer la solución más adecuada. No dudes en contactarnos.